sábado, 27 de marzo de 2010

Muerta de amor

Cuando estaba embarazada estaba enamorada de mi panza, de la idea del nacimiento, de las pataditas. El día que Jade nació y me la trajeron como un paqueque envuelto para que amamante no entendía nada. La llevé al pecho y lo miré Amadeo con cara de socorréme. Cuando fuimos a la habitación consignada a Jade la pusieron en una cunita al lado de mi cama y a mi esposo no lo dejaron quedarse toda la noche.

“Me tengo que ir”, me dijo emocionado y con cara de papanatas desorbitado, mientras en vez de irse le sacaba unas fotos para mostrárselas a mi mamá que estaba ansiosa por conocer a la nieta.

“No, no te vayas, no me dejes”, le rogué, mirando de reojo a esa criaturita que dependía de mí. Qué pánico, y ¿ahora?

Estaba emocionada, sí, las emociones me salían por todos los poros, pero de una manera indefinible. No tenía forma de alegría y menos de tristeza, era una emoción tan vibrante que no se entendía, estaba emocionada y completamente perdida en la estratósfera. Un mundo irreal, me podía pellizcar que no pasaba nada: mi panqueque seguía allí y yo conectada a un suero, medio dopada y con esa emoción incontenible e indefinible.

A las pocas horas caí en órbita. Claro, Jade, la nena que crecía en la panza ya llegó. Ya sabe de óxido y dióxido, llora y la escucho y usa pañales. Entonces comenzamos a conocernos y esa emoción indefinible se volvió amor, amor puro, el más pulcro, honesto, leal y absoluto amor.

Antes de ser mamá ni soñaba con amar así. Un amor diferente a todo, no esperas nada a cambio, ni siquiera te acordas de vos, nunca le buscas la quinta pata al gato. Es un amor perfecto aunque se porte mal, tire y rompa todo y a veces uno quiera huir al Congo. No deja de ser perfecto. Hay momentos con Amadeo únicos, imposibles de olvidar, pero hay momentos con Jade que los quiero eternizar por siempre.

Imaginate eternizar un momento con tu pareja? Ver la imagen repetida minuto a minuto, primero va a ser tierno y cómico, después de terror. Con Jade podría eternizar momentos. No me pasa solo a mí, Amadeo le saca fotos y trata de detener esos segundos que vuelan, yo quiero describirla así como es, mi pequeña que crece y crece para recordarla en todas las etapas. Lo queremos eternizar todo aunque sea imposible.

Hay momentos tan lindos. Como cuando se duerme en mi pecho, su carita cerca de mi hombro, su pecho contra el mío, que me siento inmersa en una nube de orgullo, una aureola de paz y de amor sagrado. Me podes pinchar que mi emoción es tan grande que vuelve a ser indescriptible.

Me desborda.

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